Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en un lienzo en https://mariyahexxk500535.suomiblog.com/la-expulsión-más-famosa-del-mundial-zidane-2006-54200666